Las terapias de preservación de órganos, como la braquiterapia, son cada vez más importantes en el tratamiento del cáncer de próstata.
Mientras que las terapias de preservación de órganos son ya habituales en los tumores de mama o riñón, este tipo de tratamiento está aún en pañales en el cáncer de próstata. Pero también en este caso la tendencia futura es no extirpar toda la próstata, sino eliminar las zonas malignas preservando el órgano, según el tenor del reciente congreso de la Sociedad Alemana de Urología (DGU) celebrado en Leipzig.
Gracias a las modernas técnicas de imagen y a las biopsias de rejilla especiales, los urólogos pueden ahora no sólo detectar el tumor, sino también localizar focos tumorales individuales en la próstata. Los tumores descubiertos en una fase temprana pueden limitarse a un foco o una zona, como un lóbulo lateral de la próstata. "En este caso, no tiene mucho sentido extirpar completamente la glándula prostática mediante cirugía radical (prostatectomía) debido a las características favorables del tumor", subraya el Dr. Stephan Neubauer, urólogo del Centro de Próstata de Alemania Occidental, sobre todo porque las complicaciones posteriores limitan considerablemente la calidad de vida de los hombres. Según un estudio del GEK, el 70% de los operados se quejaban de problemas de erección, el 53% de desinterés sexual y alrededor del 16% de incontinencia urinaria (1). Uno de cada cinco también confirmó complicaciones relacionadas con la cirugía, como hemorragias abundantes o lesiones intestinales (1).
Esto puede remediarse con técnicas que no extirpan toda la próstata, sino que se centran en partes de ella. "Se destruyen con precisión focos tumorales individuales sin afectar al tejido circundante", explica el Dr. Neubauer. La ventaja del "tratamiento selectivo" es que los pacientes tienen que aceptar muchos menos efectos secundarios del tratamiento sin tener que temer pérdidas en la cicatrización, según el urólogo de Colonia.
Braquiterapia adecuada
La braquiterapia es la técnica más adecuada para la terapia de conservación de órganos del carcinoma de próstata. En ella, se colocan diminutas fuentes de radiación (semillas) directamente en la próstata bajo control ecográfico. El tejido tumoral es destruido desde el interior por las altas dosis de radiación, mientras que la próstata permanece intacta como órgano. "Gracias a la tecnología informática más avanzada, es posible colocar las semillas con tanta precisión en la próstata que se destruye el tumor pero se protegen las estructuras circundantes, como la vejiga urinaria y el recto", explica el Dr. Neubauer. "Cuanto más exactamente sepamos a partir de los exámenes preliminares dónde se encuentran los focos tumorales individuales, más selectivos podremos proceder y reducir al mínimo los efectos secundarios del tratamiento".
Sin embargo, la braquiterapia no sólo convence por el menor número de complicaciones secundarias, sino también por su eficacia. Los estudios a largo plazo del renombrado Instituto de Próstata de Nueva York (2) y los datos propios del Centro de Próstata de Alemania Occidental (3) sobre pacientes con cáncer de próstata demuestran que la tasa de curación 10-12 años después de la implantación de las semillas es del 88 al 91 por ciento. Los resultados se ven confirmados por un metaestudio actual4 (resumen de datos de estudios realizados en todo el mundo), que demuestra por primera vez que la braquiterapia consigue tasas de curación al menos equivalentes o mejores en todos los estadios de la enfermedad en comparación con la cirugía radical.
El Dr. Neubauer considera que el tratamiento preservador de órganos del cáncer de próstata mediante la implantación de semillas es el futuro para los pacientes cuyo cáncer de próstata se ha descubierto en una fase muy temprana: "Esto nos permite ofrecer a los hombres con carcinoma de bajo riesgo que se deciden por la estrategia de vigilancia activa debido a la incertidumbre sobre la progresión de la enfermedad una forma de terapia extremadamente suave pero igualmente eficaz en comparación con la cirugía radical.