Trastornos sexuales tras la extirpación radical de la próstata frecuentes pero poco considerados
Muchos pacientes temen perder una vida sexual satisfactoria tras una operación de cáncer de próstata. Se trata de una preocupación justificada, ya que una proporción considerable de los hombres operados sufre disfunción sexual, como ha podido demostrar un reciente estudio danés. Pero a menudo sólo se informa a los pacientes sobre la impotencia antes de la cirugía radical.
Conservar la potencia no garantiza en absoluto una vida sexual plena", afirma el Dr. Pedram Derakhshani. Aunque se conserve la función eréctil tras una prostatectomía radical, la vida sexual de los hombres suele verse gravemente afectada, afirma el urólogo del Centro de Próstata de Alemania Occidental de Colonia. Las pérdidas involuntarias de orina durante el orgasmo y la estimulación sexual, un clímax doloroso o un acortamiento del pene pueden perturbar considerablemente la sexualidad, lo que a menudo se traduce en vergüenza y desgana.
Consecuencias desagradables de la operación
Aunque muchos urólogos suelen silenciar estos problemas, un equipo de investigación danés ha enumerado detalladamente todos los trastornos sexuales que puede acarrear una extirpación radical de la próstata en una revisión sistemática1. Por ejemplo, hasta el 93% de los hombres sufren incontinencia durante el orgasmo o la estimulación sexual. Casi el 80 por ciento de los hombres operados experimentan un debilitamiento de la sensación del orgasmo. El dolor durante el orgasmo también se produce en casi una cuarta parte de los pacientes después de la cirugía. Y según el estudio, entre el 15 y el 68 por ciento de los hombres notaron que su pene se había acortado tras la operación, y en el 16 por ciento las curvaturas del pene fueron consecuencia de la operación.
"La frecuente aparición de problemas sexuales tras la intervención quirúrgica es tanto más grave cuanto que muchos hombres con cáncer de pr óstata siguen siendo operados innecesariamente", subraya el Dr. Derakhshani. Según las recomendaciones de las directrices, a los hombres con un carcinoma de próstata de bajo riesgo a menudo les basta con vigilar de cerca el tumor (vigilancia activa). Si, a pesar de todo, el tratamiento fuera necesario, es importante centrarse más en lograr tasas de curación óptimas con efectos secundarios mínimos, afirma el urólogo de Colonia. "Por ello, es nuestro deber dar a conocer a los pacientes procedimientos de tratamiento igualmente eficaces pero más suaves , como la braquiterapia (radiación interna) en la fase previa a la terapia".