Máxima puntuación para la braquiterapia del cáncer de próstata
No hay ningún otro cáncer en el que las opiniones difieran tanto. Grandes estudios internacionales demuestran que la radioterapia tiene al menos las mismas tasas de curación en el cáncer de próstata en estadio inicial y mejores tasas de curación en el cáncer de próstata en estadio avanzado en comparación con la cirugía de próstata1. Sin embargo, existen diferencias considerables en cuanto a los efectos secundarios del tratamiento y, por tanto, a la calidad de vida.
¿Por qué se sigue operando a la mayoría de los hombres diagnosticados de cáncer de próstata a pesar de que los índices de curación son los mismos?
Dr. Neubauer: A pesar del consenso científico, muchos urólogos siguen convencidos de que sólo la extirpación radical de la próstata puede conducir a la curación del tumor. Esta actitud resulta aún más incomprensible cuando analizamos los resultados de los estudios sobre las complicaciones y los efectos secundarios de ambas formas de tratamiento. En 2013, una prestigiosa revista especializada publicó un estudio científico2 en el que se comparaban las consecuencias a largo plazo de la cirugía del cáncer de próstata con las de la braquiterapia, una radioterapia de alta precisión, en 55 000 hombres. Este estudio comparativo, el mayor realizado hasta la fecha, mostró una clara superioridad de la braquiterapia en términos de incontinencia urinaria y función sexual. Incluso los efectos secundarios en el recto fueron globalmente menores que tras la cirugía.
¿Qué significa esto concretamente para los pacientes?
Dr. Neubauer: Esto significa que los pacientes que no han tenido anteriormente problemas de continencia y potencia se benefician enormemente de la braquiterapia. Sin embargo, si estos hombres son operados, tienen que contar con complicaciones. Así lo demuestra de forma impresionante un estudio de la compañía de seguros médicos Barmer GEK3: según el estudio, el 70% de los operados se quejaron de problemas de erección, el 53% de desinterés sexual y alrededor del 16% de incontinencia urinaria. Uno de cada cinco también confirmó complicaciones relacionadas con la cirugía, como hemorragias abundantes o lesiones intestinales. La cirugía moderna asistida por robot, que se considera una opción de tratamiento "suave", también tiene más efectos secundarios de los que se suelen publicitar. Por ejemplo, un estudio estadounidense4 descubrió que la impotencia y la incontinencia son aún más acusadas que con la cirugía abierta, a pesar de tratarse de una técnica mínimamente invasiva.
Pero, ¿es la cirugía el tratamiento de elección para los hombres menores de 65 años?
Dr. Derakhshani: Se trata de una idea errónea que desgraciadamente aún persiste. Los hombres más jóvenes y, por lo general, aún sexualmente activos, se benefician especialmente de las ventajas de la radioterapia moderna. Éstas son Mayores posibilidades de recuperación en el caso de tumores avanzados, prácticamente ninguna incontinencia y una impotencia mucho menos frecuente y también más tardía. Además, los tiempos de tratamiento y de inactividad significativamente más cortos de la braquiterapia en comparación con la cirugía son una ventaja adicional para los hombres que siguen trabajando. En el caso de los pacientes con una esperanza de vida elevada, son preferibles métodos más suaves con una curación idéntica del tumor, ya que los pacientes tienen que sufrir los posibles efectos secundarios durante un tiempo especialmente largo. Sin embargo, los hombres mayores de 70 años también suelen gozar de buena salud. Tampoco ellos deberían verse privados de la braquiterapia, que tiene pocos efectos secundarios.
No obstante, la población sigue desconfiando de la radioterapia y muchos hombres se decantan por la cirugía "por una cuestión puramente emocional".
Dr. Derakhshani: Muchos hombres piensan que una vez que se les ha extirpado la próstata, el cáncer ha desaparecido. Esto les hace sentirse mejor. En cambio, la radiación no es visible, lo que alimenta temores infundados que no deben subestimarse a la hora de elegir un tratamiento. Lo único que ayuda en este caso es una información bien fundada y basada en estudios científicos. Por ejemplo, la mayoría de la gente no sabe que, en pacientes con tumores "avanzados", la probabilidad de que queden células tumorales individuales en los bordes de la incisión tras la intervención quirúrgica es relativamente alta. En la braquiterapia, para minimizar el riesgo de recidiva, la dosis de radiación se calcula de tal manera que se crea una especie de margen de seguridad alrededor del tumor, que destruye cualquier célula maligna.
Investigadores del Memorial Sloan-Kettering Cancer Centre de Nueva York estudiaron el riesgo real de desarrollar un segundo tumor tras el tratamiento del cáncer de próstata5. Analizaron los datos de un total de 2.658 pacientes. Los resultados: Diez años después del tratamiento, a una media del 10 al 15% de los pacientes se les volvió a diagnosticar un cáncer. Los tumores de vejiga o recto fueron los más frecuentes. El riesgo era del 3% en los pacientes operados y sólo del 2% en los que se habían sometido a braquiterapia.
¿Qué ha cambiado en la radioterapia en las últimas décadas?
Dr. Neubauer: Casi ninguna otra especialidad médica ha experimentado un desarrollo tan rápido en las últimas décadas como la radioterapia. La braquiterapia permite irradiar el tumor con gran precisión sin dañar el tejido circundante. Para ello, se colocan diminutas fuentes de radiación (semillas) directamente en la próstata bajo control ecográfico. Una ventaja significativa con respecto a la cirugía es que la distribución precisa de la dosis de radiación permite irradiar el tumor sin dañar las estructuras circundantes, como la uretra o el esfínter. Mientras que la implantación de semillas se utiliza en estadios tempranos, la terapia de poscarga se emplea para tratar estadios avanzados o tumores agresivos. Tras una planificación precisa de la radiación utilizando la tecnología informática más avanzada en tiempo real, una fuente de radiación altamente activa se desplaza hasta las agujas implantadas e irradia el tumor directamente in situ.
Nuestros médicos de la Klinik am Ring - Centro de Próstata de Alemania Occidental pueden facilitarle más información sobre las posibilidades de tratamiento.
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